

Obviamente, una jaula no es el mejor sitio para el pobre Norte; extraña la compañía de una familia que le quiera, le guíe y le enseñe a orientarse, y el calor de un hogar donde no se sienta perdido y abandonado.
En Asoka hemos comprobado en muchísimas ocasiones que el ser ciego no es un impedimento para que los perros puedan llevar una vida normal; enseguida se acostumbran a su nuevo entorno y gracias a su agudo sentido del olfato y del oído pueden desenvolverse sin problemas.
Norte es un perro muy fiel y apegado, y la persona que se decida a darle una oportunidad se vera recompensado con creces con todo el cariño y el agradecimiento de este noble dálmata.
Si quieres venir a conocerlo, contacta con nosotros. Y recuerda que si quieres ayudar en este caso especial, pero no puedes adoptarlo, puedes colaborar con su cuidado y mantenimiento mediante la alternativa de "apadrinamiento", hasta que sea adoptado.
Contacto: asokaelgrande@gmail.com